Las mejores vistas de Andorra

Es muy difícil hacer una clasificación de las mejores vistas de Andorra. Eso sí, todas ellas son las perfectas para los amantes de la montaña. Este pequeño Estado nación cuenta con cientos de los paisajes más sobrecogedores que perduran en la memoria. Con apenas poco más 568 kilómetros cuadrados es un auténtico paraíso.

Durante todo el año, los paisajes de Andorra son dignos de contemplar. En invierno, las laderas y cumbres del país se cubren de blanca nieve, lo que permite practicar el esquí y otros deportes de invierno. Destacan la escalada en hielo o las raquetas de nieve. En verano, en cambio, permite muchos lugares ideales para practicar senderismo, escalada en vías ferratas y rafting. Todo esto atravesando verdes prados, escarpados farallones y diversos lagos.

Clasificar las mejores vistas de Andorra por orden de importancia es una tarea ardua. Más aún si tenemos en cuenta que, desde todos los ángulos, el Principado es una perspectiva enorme en sí misma. Por ello, te mostramos los miradores más bonitos que apreciamos en nuestro más reciente viaje sin ordena específico. Todos son evocadores y parecen sacados de un cuento de hadas.

Las mejores vistas de Andorra

Andorra es el micro-Estado más grande de los 6 que encontramos en Europa. Los otros son Ciudad del Vaticano, Malta, Liechtenstein, San Marino y Mónaco. Tiene poco más de 468 kilómetros cuadrados y unos 90 mil habitantes.

Su principal atractivo y la segunda actividad económica es el turismo (la primera deriva de sr un paraíso fiscal). Te podrás imaginar la cantidad de miradores a los que las autoridades han sacado provecho para los visitantes. Estas son las mejores vistas de Andorra:

1.- Mirador del Roc del Quer

Si llegas hasta aquí debes saber que es uno de los mejores lugares para ver la puesta de sol. No importa la época del año, el mirador del Roc del Quer tiene ocho metros de la pasarela que quedan suspendidos en el aire. Así que no solo apreciarás los atardeceres, sino que estarás en un lugar que es considerado como uno de los más espectaculares de Europa por muchos visitantes.

Está situado dentro de la parroquia de Canillo y desde este emplazamiento se divisa la estación de esquí de Grandvalira y los valles de Valira d'Orient y Montaup. Una característica peculiar es su estatua o monumento que simboliza a un hombre pensando y que es obra del escultor Miguel Ángel González.

2.- Mirador de la Comella

El Mirador de la Comella está a mil 319 metros sobre el nivel del mar y aunque no se encuentra entre las panorámicas más altas, si es de las mejores vistas de Andorra. Es una excursión que merece la pena y que puedes incluir en su lista de cosas que hacer e un uno o en dos días o menos.

La zona de ocio es ideal para hacer un picnic y conocer la flora y la fauna locales, tal y como se representa en los paneles y las señalizaciones. Está convenientemente situada a unos 3 kilómetros de Andorra la Vella, la capital. Desde este lugar, hay numerosas rutas de senderismo que conducen a picos significativos como el Pic de Carroi  de unos 2 mil 334 metros de altura y el Pic de les Fonts a unos 2 mil 748 metros de altura.

3.- Puente Tibetano de Canillo

Es el destino turístico más reciente y que ofrece las mejores vistas de Andorra. Seb trata del Puente Tibetano de Canillo y aunque no estás en la Tierra de los monjes budistas puedes sentir el vértigo de la altura y ver esta estructura colgante con hermosos paisajes de montaña bajo tus pies.

Abrió sus puertas en 2022 y es de visita obligada. Aunque no es estrictamente un mirador, las panorámicas que verás desde este puente son  inolvidables. Con 158 metros de altura y 600 metros de longitud (o 1200 metros si consideramos la ida y la vuelta), es el segundo puente tibetano más largo de Europa tras el ky Bridge de República Checa, pero antes del Potenza en Italia.

Te adentrarás en las montañas andorranas y pasarás por encima del impresionante Vall del Riu, que te asombrará por su belleza. Cruzar este magnífico puente cuesta cuestan 12 euros, aunque los menores de doce años, los nacionales y los titulares del carné joven tienen descuento. Los menores de cinco años entran gratis.

4.- El Mirador de Tristaina

Al acercarnos a los terrenos de la estación de esquí de Ordino Arcalís puedes tener a ante tus ojos las mejores vistas de Andorra. Nos encontramos con un lugar muy singular: el Mirador Solar de Tristaina.

Está en la cima de Peyreguils, de 2 mil 701 metros de altitud y próximo a la frontera francesa. Podemos disfrutar de una panorámica de los Pirineos que incluye los lagos de Tristaina y el valle de Ordino, así como las cumbres Costa Rodona, del circo de Tristaina, Tristaina, Cabanyó y Creussans.

Pero más allá de las vistas, este mirador se distingue por su aspecto: una plataforma circular suspendida con 25 metros de diámetros  y 1,25 metros de anchura.  La esfera se apoya en un poste central de 27 metros inclinado 42,55 grados.  Los arquitectos Sergi Riba, Toni Riberaygua,  Lluís Moya y Joan Viladomat diseñaron el mirador.

Otro dato curioso: desde el mirador solar de Tristaina podemos observar una rareza pirenaica: sólo un día al año. El 7 de agosto, precisamente a las 07:37 horas, se produce un fenómeno natural conocido como "Montaña Solar", ya que permite ver el sol durante tres minutos a través de una abertura considerable entre las piedras del Pico Arcalís y deste ese sitio.

5.- Mirador del Roc de Senders

Para quienes busquen las mejores vistas de Andorra, pero también un sitio animado de vida nocturna está este mirador.  Los visitantes que viajan a la capital,   Andorra la Vella, con la intención de comprar en sus exclusivos centros comerciales visitar este punto es obligatorio.

La ciudad está casi "inmersa" en la naturaleza, algo que hay que apreciar además de sus opciones gastronómicas y de ocio. Por eso, este mirador (cuyo nombre nos transporta a una época en la que se paseaba por rutas entre montañas) está a un paso del centro y de las mejores tiendas.

Foto: Las mejores vistas de Andorra. Empezando la travesía del puente Tibetano de Canillo en Andorra, Canillo, Andorra por Félix González.